Bienvenida

Entras en un taller de poesía donde no hallarás ningún maestro; tan sólo un alumno con vocación de no dejar nunca de ser alumno.

13 jun 2011

Claraboya











   
Ayer, tus manos, padre
frente a frente, mirándonos.
   
Ayer tus manos entre las mías.
   
Palabras imposibles sostenidas en el aire:
quieres hablarme,
                                     escribes...
   
Ayer, tan sólo, padre, con tus palabras  -todas-
otra vez repetidas: nostalgias agridulces
de tus ochenta y siete. Te arrolla ese pasado
de niño de la guerra,
de abuelo ilusionado,
del perro que tenías...
del amigo que murió hace más de un año.
  
(Siempre comentas tus pérdidas, pero...
echo en falta en tus labios
tus recuerdos de esposo, tus recuerdos
                                                                              de padre).
   
Pero ayer...
ayer sólo con verte me bastaba,
y estar contigo a solas, cuando ríes o lloras,
  -mi padre-
con tus mudas palabras suspendidas
desde el pozo socavado por la muerte en tu garganta
hasta el aire alumbrado de cuando voy a verte.
Simplemente, simplemente porque…
te beso en la frente
y tus manos entre las mías.
   
Zarza de tu mudez, no enganches en tus espinos
las palabras avinagradas ni el acre humo,
porque así el amor se nubla y se hace extraño,
y ya sólo queda tiempo para las palabras blancas.
   
Vamos, vámonos poco a poco, padre,
el café que te gusta no está lejos:
cucharadas de sol caminando lentísimos
y regresando aún más lentos:
paradas, descannnso...
desaliennnto…
   
Ayer contigo, padre.
   
Ayer mis recuerdos de niño, calladamente
callados entre tus manos y las mías.
Y un caminar despacio, en tu último trayecto:
recojo tu testigo (en algunos aspectos, yo...
yo ya me veo en ti, y siento miedo).
   
Consuelo, aprendizaje, hacia esa claraboya...
  
Tu última luz
   
Ayer
   

22 comentarios:

Eva dijo...

¡Qué bonito! sólo tengo lágrimas con mucho amor.
Un abrazo

Luis Nieto del Valle dijo...

Gracias, Eva. Veo la hora de tu comentario, y luego he hecho modificaciones posteriores, pero el contenido no cambia. Por lo que dices, me atrevo a imaginar que te encuentras en una situación similar. Los padres se hacen mayores... y nosotros a la par. ¡Por suerte!.
Gracias por tu nueva visita. Besos.

Anónimo dijo...

Qué bello, Luis. Me gusta esa forma tan sincera y directa que tienes de plasmar tus más profundos sentimientos en tus poemas. Por si no lo sabías, en Argentina (como en otros países de latinoamérica) el domingo es el día del padre. Muy a tiempo el homenaje :) Un beso.

Sara Lew

Luis Nieto del Valle dijo...

Hola, Sara, me alegra de que te guste. A lo mejor soy tan sincero y directo porque no lo hago bien, jajaja, porque a veces leo poemas que no hay 'dios' que los entienda, jajaja. Bueno, trataremos de mejorar pero sin dejar que se entienda el texto ¿no te parece?. Tu comentario anima, siempre es valioso para mí. Gracias. Besitos.

Cormorán dijo...

Hola Luis.
Lo más importante es saber disfrutar de las cosas, que sabes, además, que echarás de menos. Yo lo hice con el mio que tuve la suerte que le pusieron fecha de caducidad, con lo que me pude volcar con el en ese último disfrute. Mientras se sepa disfrutado, la ausencia es más llevadera.
Un abrazo

Luis Nieto del Valle dijo...

Gracias, Cormorán, por ese ánimo vitalista a través de tu experiencia. A cierta edad, aunque no haya "fecha", notas cuándo una persona se va apagando como una velita. Y no estamos educados para aceptar con naturalidad el final de la vida.
Agradezco tu visita. Un abrazo, amigo.

MJ dijo...

Me he visto reflejada en tus desgarradores versos.
Veo a mi padre que tiene más o menos esa edad.
Y ese sentimiento de amor y profundo respeto por él, por su fragilidad y su miedo a la muerte.
Me has emocionado.

Un abrazo, Luis.

Luis Nieto del Valle dijo...

Pues otro abrazo para ti y para tu papá, MJ. Gracias por tu visita y comentario. Besos.

Humberto Dib dijo...

Luis es un bello poema que me ha llegado profundo, ayer pensaba que ya son 17 años que no tengo a mi viejo y que uno siempre lo necesita. Excelente texto que lo trajo bajo la forma de un hermoso decir.
Quiero decirte que me alegro que me hayas colocado en la lista para avisarme de las entradas nuevas, así estoy bien atento a lo nuevo que suceda en este blog, jamás podría molestarme.
Un abrazo.
Humberto.

Luis Nieto del Valle dijo...

Humberto, eso es un alto aprecio de alguien que, como tú, escribe estupendos microrrelatos, bajo escritura impecable y que me resulta enriquecida por los usos de tu bella tierra. Un abrazo.

veintiuno dijo...

Duele al leerlo, Luis, con esa respiración acompasada que me permite recordar a través de tu mirada, la mia.
Llegará el día que nuestro origen físico se difumine en una mañana de luz especial, en una tarde que las risas se detengan de repente, o en una noche en la que el silencio no vuelva a despertar jamás. Entonces vendrán los momentos en los que todas las palabras mudas querrán salir de golpe, tropezando entre lágrimas y recuerdos borrosos del tiempo. Serán los instantes donde se junten el perdón por no haber disfrutado de alguien que siempre estuvo ahí aunque no lo vieras.
Un fuerte abrazo, amigo Luis.

Luis Nieto del Valle dijo...

¡Alegría de saludarte, Veintiuno, amigo!.
Es curioso: una convivencia que nos pueda parecer escasa en su conjunto, a veces nos ha dejado nítidos recuerdos en la niñez; los últimos que se disipan cuando sufrimos deterioro cerebral.
Un abrazote.

Allek dijo...

Gran poema!!!

Luis Nieto del Valle dijo...

Muchas gracias, Allek, bienvenido a este blog.
Saludos

Albada Dos dijo...

Me duele la expresión " zarza de la mudez" porque duele el abismo de silencio entre padre e hijo.Afortunadamente yo viví lo contrario: complicidad.
Poema bello,áspero como sábana almidonada de los veranos en los pueblos de los abuelos.
Un abrazo

Luis Nieto del Valle dijo...

Hola, Albada. No he pretendido referirme al "silencio entre padre e hijo", sino a que, con frecuencia, sólo se menciona al pasado agridulce en clave de lo que se ha perdido, olvidándonos de atender a lo que tienes delante, al "ahora", a lo que tienes de la mano, a tu vida entera en ese momento, y como si también hubiera una "zarza" que retiene ese resquemor por lo que se ha sufrido.
Gracias por tu comentario, pues me hizo reflexionar sobre que no me expresé bien. Es difícil hacerlo sin pasarse de explícito...
Un abrazo, Albada.

Anónimo dijo...

Me gusta especialmente este poema por el tono pausado y reflexivo que le sabes dar. Además, refleja una actitud humana hacia la familia que no es demasiado frecuente hoy en día. Un saludo.
M.Asun.

Luis Nieto del Valle dijo...

Bienvenida al blog, M.Asun, y muchas gracias por compartir tus comentarios. Creo que el tema de la familia se desmorona a la par que lo hace la dimensión humana-humanizada-humanística del individuo (individuo productor-consumidor por encima de cualquier otra faceta), afectando también a cualquier otro estamento de la sociedad civil. Pero ¡alto!, si ya abandonamos a los seres más queridos, ¿qué nos queda dentro?. Un abrazo

Anónimo dijo...

Qué preciosidad!!!! como te puedes suponer en el momento que me encuentro me ha llegado al alma, he llorado un rato y ya. De verdad que me ha sorprendido mucho porque describe el montón de sentimientos que te inspiran los padres cuando están en ese último trayecto duro a la vez que tierno. Un besazo. Paloma

Gabriel Palafox/Fco. Rodríguez Tejedor dijo...

Ah, cuando se descubre al padre... Estamos rodeados de maternidad, de roce, de caricias, de consuelo. Pero cuando uno descubre al padre, y le mira las manos, o los ojos, o el semblante machacado por los años, uno descubre, quizá, el sarmiento seco, nervudo, escueto y conciso, por donde un día pasó la sangre que te dio la vida. Y a uno se le parte el corazón, porque no lo tendrá siempre a su lado, con su fuerza, con su protección, con su valentía. El padre es una sombra, un paraguas de ala ancha, donde hemos crecido a buen cobijo sin darnos cuenta de que pasaba el tiempo, hasta hacernos mayores, tal vez sin darnos cuenta de él. Por eso duele tanto el padre, como en este poema hondo y verdadero de Luis.

Luis Nieto del Valle dijo...

Paloma, gracias por compartir opinión y sentimientos. Como eres amiga en mi vida real, yo sé que la situación del padre está siendo más dura para ti. Otro besazo y mucho ánimo.

Gabriel Palafox, mi amigo virtual que se descubrió como el novelista y poeta Francisco Rodríguez Tejedor: gracias a ti también por tu calor, mediante un comentario tan generoso. A ver si no tardamos mucho en conocernos. Un abrazo.

Montserrat dijo...

Uuuuuuuuuuuu querido amigo Luis
Tienes un gran talento dentro de ti,
Aces que al leerte nos emocionemos ,
la piel seme eriza ,caen lagrimas por mi teclado ,no es una buena etapa de mi vida,
no se ni que decir ,solo gracias por dejarnos disfrutar de tus sentimientos ,
lo mío no es la escritura, me cuesta mucho expresarme , yo me expreso mejor creando,
te felicitooooooooooooooo