Poemas que, como lava de volcán, a veces se barruntan; o bien erupcionan sin aviso previo: se presentan. Y entonces yo sólo soy un siervo que ha de prestar sus manos, sus ojos, sus sentidos...
Bienvenida
Entras en un taller de poesía donde no hallarás ningún maestro; tan sólo un alumno con vocación de no dejar nunca de ser alumno.
12 feb 2011
Gracias
Gracias, gracias, te estoy agradecido
por animarme a seguir,
porque soy consciente del camino que aún me falta
para no llegar nunca,
para no llegar nunca.
Voy buscando los últimos espacios
de la vida, vuelo,
tengo un ala feliz,
traslúcida,
y otra ala sobre la oscura sombra
de mi sombra.
Y el cuchillo está mal afilado, es tosco, romo.
Pero ya sólo quiero desangrarme
en los poemas, despejar mi camino
desde una oculta cumbre de agua clara,
antes de regresar,
desnudo,
(esta vez con certeza)
al punto de partida.
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4 comentarios:
Hola Luis.
Es extraño lo que me transmite. Pinceladas de optimismo y pesimismo de forma simultánea. Un tormento esperanzador cuya meta es el inicio. Una meta inalcanzada con la intención de buscar una nueva a la que llegar.
Me gusta aunque lo he tenido que leer una y otra vez.
O bien el deseo de gozar del camino, Cormorán, como convencimiento (no pesimismo) de lo inevitable. En ese camino, como decía Juan Marsé en una reciente entrevista, "la literatura es un ajuste de cuentas con la vida". Comparto esa definición.
Me ha gustado este verso: "tengo un ala feliz, traslúcida, y otra ala sobre la oscura sombra de mi sombra". Tiene lo bueno de sentir que estás en el camino que debes recorrer, pero también la incertidumbre de si vas a llegar o a donde vas a llegar...
Feliz cumpleaños, Luis. Que tu camino esté lleno de poemas...
Un abrazo.
Gracias, Sara. El cumpleaños es un día más, pero hace ilusión, ¡qué tontería, verdad?!.
En cuanto al verso o versos, bueno, alguno sale traslúcido. Yo también deseo que tu camino sea fecundo (ya lo está siendo).
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