Poemas que, como lava de volcán, a veces se barruntan; o bien erupcionan sin aviso previo: se presentan. Y entonces yo sólo soy un siervo que ha de prestar sus manos, sus ojos, sus sentidos...
Bienvenida
Entras en un taller de poesía donde no hallarás ningún maestro; tan sólo un alumno con vocación de no dejar nunca de ser alumno.
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10 comentarios:
Hola Luis. Me ha encantado este poema y me ha hecho recordar un libro que leí cuando tenía 14 años y que marcó en mí hubo un antes y un después. Se llama "El hombre mediocre" publicado en 1913 por un sociólogo argentino, José Ingenieros. También, por supuesto, marcó a la juventud de su época. Puedes leer algunas citas suyas en: http://es.wikipedia.org/wiki/El_Hombre_Mediocre
Un saludo.
Sara, gracias por facilitarme esa referencia, pues no lo conocía (consultaré). Más que un tema de sociología, sí lo es de psicología, de cómo se educa a las personas, de cómo se las da ánimo, sobre todo desde niños. Estos calificativos echan abajo la autoestima, la posibilidad de que ya desarrollen (también en el futuro) lo mejor de sí mismos. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo con tus palabras Papelylápiz; brillante comentario, tanto como el micro que en 'poco' dice 'mucho'. Un abrazo.
Otro abrazo par ti, Vanadis. Me alegro de saludarte de nuevo.
Duro. Como la vida misma.
Un abrazo
Hola, Eva, ¡qué bien, que vuelves a visitar el blog!. Sí, es duro, sobre todo en el caso de que proceda de los padres; si, guiados por sus propias frustraciones, les lleva a exigirlos demasiado por la vía menos apropiada. Hablamos de colgarles esa etiqueta de 'mediocre', pero hay otras muchas etiquetas posibles, y se trata de juzgar los hechos pero no a las personas. También esta regla es de interés general en toda relación humana, pero cobra especial interés por parte de los padres y educadores sobre niños y adolescentes, por su personalidad aún sin formar.
Un abrazo, Eva.
Mediocre es lo más cruel que le pueden llamar a un niño o adolescente. Mucho más si ese tremendo adjetivo proviene de los padres.
Tu poema es breve pero contundente.
Un abrazo, Luis.
Algunos educadores y profesionales se creen tener la certeza del funcionamiento de personas y cosas. Qué casualidad que están rodeados de trastos inútiles y personas mediocres.
Los niños son esponjas para lo bueno y malo. Es muy triste y cruel limitarlos a nuestro entendimiento.
Estupendo, Luis.
Saludos.
Hola Luis. Mis padres me mandaron a un colegio privado. De lo mejorcito que había y que les costaba una pasta, media vida. En el último curso, el mal llamado de Orientación Universitaria, nos sometieron a ciertos test. Fue alli donde me hablaron de mi destino.
"Hagas lo que hagas, no triunfaras como estudiante. Busca una profesión y trabaja"
Aun no se si tenían razón o no, ni tampoco me importa
Gracias de nuevo, amigos. Parece que estamos de acuerdo con el fondo de la cuestión.
Un abrazo para todos.
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