
Bailabas con soltura,
vestías de vaqueros y tu blusa era blanca,
sin el vestido al uso,
al son de una música y de un cante que no entiendo.
Yo sólo te observaba.
¡Insólito eco de la Feria de Abril sevillana
en los bares de una ciudad norteña de España!
En fin… ¡siga la fiesta!
pero no dejo el vino.
Tu cuerpo, con infinita gracia lo ondulabas
en tu ropa ceñida libre de florituras
y, al giro de tus manos...
-tal como ya dijeran, al menos, cien poetas-
remontaban, en natural vuelo, unas alondras.
Criatura del cielo: no me llegaba
ni al corazón ni a los huesos tanto jolgorio.
Pero leía en la sal, al percibir tu gracia.
2 comentarios:
Hola Luis. Supongo que en el sur, en algun sitio, bailarán muñeiras. Por aqui, en este Vigo gallego, se celebra la Feria de Abril, al más puro estilo andaluz, concaballos y trajes de lunares y volantes al viento. El caso es tener fiesta, juntarse y pasarlo bien. El sentirse agusto con el ajeno sin saber de fronteras es siempre bien recibido.
Un saludo
Pues no creo, Cormorán, que la gente andaluza se lance a bailar muñeiras ni a escanciar sidra asturiana. No obstante, estoy de acuerdo en respetar que la gente norteña se divierta como quiera, ¡pero me parece todo esto tan postizo!
Publicar un comentario