De vez en cuando hundía
las manos en mi alma
-y era allí donde estabas.
Pero regresaban desoladas y vacías
por no sentir, al tacto, tu cintura.
Con fecha 29 de mayo de 2011, Sara Lew integra este poema en una de sus ilustraciones para publicarlo (en colaboración con el autor) en 'Microrrelatos Ilustrados', su blog al que tenemos enlace directo desde 'Poemas del Volcán'.
Gracias, Sara.
Gracias, Sara.
13 comentarios:
Como dice Calderón en boca de Segismundo:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Sigamos soñando :-)
Un abrazo.
Hola, Mj, ¡qué bonita aportación!. Gracias.
Un abrazo
Bellísimo, Luis. Intento buscar las palabras apropiadas para expresar lo mucho que me gusta este poema, pero me has dejado sin ellas.
Un abrazo.
Me alegro de que te haya gustado, Sara. Lo llevé también a Relatarium, ya que en su cabecera sigue constando esa posibilidad abierta a "otras formas de literatura breve". Y me da un poco de 'palo' tener abandonado ese foro de amigos, en todo caso sólo porque, hoy por hoy, el tiempo no me da para todo. Un abrazo
Concuerdo con Sara, hay muy pocas palabras para agregar, es muy probable que uno termine queriendo explicar lo que ya dice y, por lo mismo, debilitando la potencia del texto. Me gustó mucho.
Humberto.
Gracias, Humberto, por tu visita. Tienes razón, a la expresión de un sentimiento hay poco o nada que añadir. El reto es conseguir expresar de forma bella un sentimiento primario (en este caso) o bien, como añadido, no liarse para expresar sentimientos más complejos.
Un abrazo
No me canso de releerlo Luis.
Un abrazo y muchas gracias.
Gracias a ti, Cormorán. El amor humano (espiritual y físico) en pocas palabras...
Un abrazote
Breve, Bello, Intenso
Gracias Luis
Gracias a ti, Eva, por tu visita.
Bienvenida al blog. Si no has visto otros textos anteriores, espero que también te guste alguno.
Un saludo.
Despertar sin la cintura aún amada.Seguramente el tiempo desgrane la costumbre o atenúe el dolor de esas manos que no encuentran.Palpando un aire que ocupaba una cintura.
Bello.Me gusta
Sí, Aldaba, quizá el poemita hable hasta de 'dolor': la ausencia queda patente hasta tal extremo, que la parte más física (las manos) también 'siente' la desolación por ese vacío. Además, las manos no representan sólo lo físico, sino ese vínculo fundamental para la afectividad.
Gracias por tu visita y por tu comentario.
Un abrazo
Justo a esto me referia, amigo Luis. Este poema tiene las palabras justas, porque a partir de donde pones el punto final, uno puede seguir leyendo, construyendo como lector nuestro propio poema. Un esbozo, síntesis de algo mayor que seguirá latiendo por un largo rato. Sobran más palabras.No necesito más para vivir la ausencia de la que habla tu poema.
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